El CRO no es un proyecto con un final, es un ciclo de mejora continua. Una vez que un test concluye, analizamos los resultados en profundidad. No solo miramos si la variante ganó o perdió, sino que investigamos qué aprendimos sobre nuestros usuarios. Cada test, incluso uno perdedor, nos da información valiosísima que refina nuestro entendimiento y alimenta nuevas hipótesis.
Este aprendizaje se reincorpora al roadmap, dando inicio a un nuevo ciclo de experimentación. La importancia de la iteración es que genera un efecto compuesto: cada mejora se suma a la anterior, haciendo que tu tasa de conversión crezca de forma sostenida en el tiempo. Así, tu web se convierte en un activo que mejora y se vuelve más rentable mes a mes.
- Análisis post-test de los resultados.
- Segmentación de resultados por tipo de usuario.
- Extracción de aprendizajes clave para el negocio.
- Actualización continua del roadmap de optimización.
- Generación de un ciclo de mejora constante.